Un rápido vistazo a la trayectoria clasificatoria del Club Deportivo Caspe en la regional aragonesa nos lleva a significar el predominio de un color por encima de los demás. La Preferente ha sido la categoría en la que el conjunto caspolino se ha sentido más cómodo a lo largo de los setenta años que se cumplen esta temporada, desde la refundación del club acaecida en el año 1948.
El Club Deportivo Caspe ha defendido sus colores diecisiete campañas en Primera Regional, treinta ocasiones en Regional Preferente y veintitrés veces en Tercera División. En la categoría nacional, al margen de los picoteos puntuales del presente siglo, dos periodos han jalonado su trayectoria. Las ocho temporadas que transcurren en la década de los sesenta y las diez, a caballo entre el final de los ochenta y la primera mitad de los noventa.
Y en estos setenta años, si bien en su último tercio, el marco no ha alimentado las expectativas de los socios y aficionados, el hito de la Tercera siempre ha logrado seducir a todos aquellos que mantienen la esperanza de presenciar, domingo a domingo, el concurso de los mejores.
Por ello y aún siendo la excepción en los últimos veintidós años, la Tercera no debe significar un techo, sino intentar apuntalarla con la convicción de representar una salida válida para los jóvenes futbolistas que se formen en nuestros clubes.
El fútbol de competición es un juego y como tal caben victorias y derrotas, pero la última palabra sobre la actual situación clasificatoria no está dicha, y no lo estará hasta que las matemáticas lo certifiquen, y ese momento, a dos jornadas para el término de la primera vuelta, todavía no ha llegado.